En una oferta realizada por un consorcio, procedente de Oriente Medio y Asia, se propuso al presidente de la FIFA el control sobre dos torneos, especificamente sobre el Mundial de Clubes y de un segundo torneo que sería una propuesta del mismo consorcio que consistiría en una liga global de selecciones nacionales. La estrepitosa cantidad de 25.000 millones de dólares ofrecidas para llevar el control casi total de ambos torneos habría sido discutida en una reunión establecida en Bogotá, Colombia, según información ofrecida por el diario New York Times. Una vez en oídos de Giovanni Vincenzo Infantino, presidente de FIFA se reunió con el consejo del mismo órgano rector, en la cual fue rechazada ante la escasez de información propiciada por el mismo Infantino que no develó el nombre del consorcio.
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